domingo, 18 de mayo de 2008

Animo



Animo...
Por la Tierra que girando llamó al día
y el buen sol brilla tibio...todavía.
Aun hay flores y no falta la poesía
y la lluvia que salpica aun te moja.

Animo...
Hoy tu sangre corre libre y aun es roja
y el recuerdo de ese amor que te sonroja,
todavía hace sentir dulce nostalgia... estas con vida...
¡deliciosa y bella magia!

Animo...
No hay cadenas que detengan a tu mente
ni hay murallas que contengan tu avanzar,
aun tus pasos pueden ir siempre de frente
y tus labios aun no olvidan sonreír.

Animo...
Por el músico que liba fiel su vino,
y lo bebes y también a ti te duele.
Por la piedra que hoy impide tu camino,
por la calma que después siempre vendrá.

Animo...
Lo que hoy sabes que esta mal siempre te enoja
lo que esperas que este bien de ti depende...¡Animo!

El mejor dia es HOY


El Mejor día es hoy...
Para abrazar a mis hijas y recordarles que pueden contar conmigo
sin importar lo que hicieron...al cabo que soy su amigo,
y desear hoy todo lo bueno en sus vidas:
que esa sonrisa persista y que ese amor sea eterno
y que las fuerzas no falten cuando halla que requerirlas.



Y recordar esa tarde que me brindara una anciana
de un bello pueblo remoto del interior de mi mundo
donde Internet no se asoma (!Dios quiera que nunca llegue¡);




me dijo de su cocina y del jardín escondido que día a día cuidaba
con ese amor de cristal.



Y es que la vida es un río que fluye sin retornar,
corre en el tiempo infinito...se nace y muere a la vez.
Solo el hoy nos pertenece ¿para qué esperamos más?
es mejor tomar la esencia dejando el lamento atrás,
hoy es el mejor día, es hoy el tiempo de amar.





SOBRE LAS FOTOGRAFÍAS
En la Semana Santa del 2007 hicimos un viaje fantástico a Gracias, Departamento de Lempira, una ciudad de ensueños al Occidente de Honduras que recomiendo a cantaros...prometo contarles la historia con fotos y todo.
Yendo y viniendo conocimos a la anciana de la fotografía, a su cocina y jardín también, y a sus casi cien años de lúcida memoria. Nos platicó de su vida durante una hermosa tarde, y de su cocina salieron tamales de la región, café con dulce de rapadura, y galletas de la pulpería mas cercana. De regreso, cruzando un puente, nos encontramos con el río de la última foto.

sábado, 17 de mayo de 2008

La senda


A cada paso una tonada,
de tristeza, de alegría o de angustia insospechada,
se desliza hasta mis manos desde el fondo de mi mente,
libre, pura, ingrávida,
retoza en el papel con presteza irreverente,
sin lisonjas, sin desaires, sin mediar las consecuencias,
tan solo por no callar, por no morir olvidada,
por no quedar sepultada en las cuentas del presente
se abre paso hasta mi ser...
se alimenta del ayer.

Por cada tramo de mi vida una esperanza,
un corpúsculo de fe que flota,
crece, asciende, ríe y explota.
Un mirada interior que nace y avanza
Desde mi mar interior...
la morada de mi amor,
cementerio del temor,
donde a fuerza persiste el dolor.

Por cada gota de lluvia una mirada
siguiendo la senda hasta ayer aun no buscada.
A cada paso un canto nuevo
de romántico clamor.
Por cada beso un loco atisbo
de añoranza y de dolor.
A cada paso una tonada
A cada paso un nuevo amor.

Emitamos señales como un faro


Se trata de emitir señales que demuestren que vamos contra la corriente; de menospreciar tanto como podamos al control remoto y volcarnos sobre el teclado con la esperanza de que Gasset quizá se equivocó o no lo dijo todo...el resto está por decir y algo podemos decir nosotros hoy.

Abandonarnos a la realidad de que somos seres humanos con la belleza intrínseca y el poder de adaptarnos a casi todo y retornar a la risa despues del llanto y la desesperación, a disfrutar del sabor de las fritangas, de la locura incomprendida de los músicos y los poetas, de la sensanción del merecido descanso de los viernes por la noche acompañados por el amigo indicado; gozar juntos del placer de la autodidaccia de nuestras hijas e hijos y de su fantástica pasión por la vida que nos contagia y nos reta a continuar hundidos en el rio de nuestra existencia con el compromiso de emerger de vez en cuando para emitir señales...¡aún respiramos!