sábado, 17 de mayo de 2008

La senda


A cada paso una tonada,
de tristeza, de alegría o de angustia insospechada,
se desliza hasta mis manos desde el fondo de mi mente,
libre, pura, ingrávida,
retoza en el papel con presteza irreverente,
sin lisonjas, sin desaires, sin mediar las consecuencias,
tan solo por no callar, por no morir olvidada,
por no quedar sepultada en las cuentas del presente
se abre paso hasta mi ser...
se alimenta del ayer.

Por cada tramo de mi vida una esperanza,
un corpúsculo de fe que flota,
crece, asciende, ríe y explota.
Un mirada interior que nace y avanza
Desde mi mar interior...
la morada de mi amor,
cementerio del temor,
donde a fuerza persiste el dolor.

Por cada gota de lluvia una mirada
siguiendo la senda hasta ayer aun no buscada.
A cada paso un canto nuevo
de romántico clamor.
Por cada beso un loco atisbo
de añoranza y de dolor.
A cada paso una tonada
A cada paso un nuevo amor.

No hay comentarios: